La tercera parte de las organizaciones globales ya han comenzado a diseñar proyectos para integrar Internet de las Cosas, (IoT - Internet of Things, por sus siglas en inglés), en sus empresas, y más del 43% lo hará en los próximos doce meses. Según un estudio de IDC, el 55% de los CIO encuestados considera que Internet de las Cosas resulta ya estratégico para su negocio, así como un medio para competir mejor.
Los grandes motores para esta rápida generalización de esta tecnología son el aumento en productividad, la reducción de costos y la automatización de los procesos internos.
La firma analista Gartner pronostica que, a finales de este año, más de 8.400 millones de “cosas” estarán conectadas y en funcionamiento en todo el mundo, generando un volumen de negocio entre endpoints y servicios que alcanzará los dos billones de dólares, lo que supone un incremento de casi un tercio con respecto a 2016, en un mercado que llegará a las 20.400 millones “cosas” conectadas a finales de 2020.
A nivel de regiones, las tres zonas del mundo que dirigen el empleo de las cosas conectadas a Internet son: China, Norteamérica y Europa Occidental, representando en conjunto el 67% de toda la base de IoT instalada en 2017.
El segmento correspondiente a consumo es el más extenso, con 5.200 millones de unidades conectadas a la red en 2017, lo que representa el 63% del número total de aplicaciones en uso, seguido del sector empresarial, que empleará 3.100 millones de cosas conectadas a internet a finales de este año.
Según un estudio de Ericsson Labs, “los consumidores están utilizando cada vez más aplicaciones automatizadas, lo que promueve la implementación del IoT. Dos de cada cinco considera que los smartphones aprenderán sus hábitos y realizarán sus actividades de manera automática”.
Aparte de la industria de la automoción, las aplicaciones que entrarán en mayor uso por parte de los consumidores, serán smart TV, set-top boxes digitales; en tanto que los contadores eléctricos inteligentes y las cámaras de seguridad en establecimientos comerciales serán las “cosas” que más emplearán los negocios.
De hecho, Johan Paulsson, director de tecnología en Axis Communications, comentó: “Los últimos avances tecnológicos en las cámaras, como las imágenes térmicas y las nuevas prestaciones para utilizar las cámaras con poca luz, han supuesto un importante paso adelante. Sin embargo, al final el resultado es un mayor volumen de vídeo por analizar o revisar. Al igual que se han desarrollado nuevas herramientas para poner orden al enorme volumen de datos numéricos y de texto obtenidos cada día, el sector de la seguridad no ha escatimado esfuerzos para desarrollar software de analítica de vídeo capaz de ayudar en tiempo real a los profesionales a tomar mejores decisiones”.
Y el ejecutivo continuó: “Muy posiblemente 2017 sea el año en el que estas nuevas prestaciones de las cámaras se integren finalmente con la analítica en tiempo real para dar respuesta a diferentes problemas de seguridad, como el reconocimiento facial, el análisis forense o la protección perimetral”.